
El sábado 21 de febrero se celebraron los carnavales de Vidángoz y, pese a que el tiempo invernal propio del mes en que nos encontramos hizo que algunos finalmente fallaran a la cita, ya nos juntamos una pila de gente y hubo muy buen ambiente.
Para la hora de la comida, cuando la nieve ya llevaba un rato cayendo, hubo que montar un par de carpas para degustar el tradicional menú de migas y costillas a cubierto. Nos juntamos más de 60 comensales, y la sobremesa, amenizada por el acordeón de Fidel, se alargó como suele suceder en estas ocasiones.
De cara a la tarde-noche, Fidel cambió de “arma” y le empezó a dar al teclado, mientras el resto alternábamos la pista de baile y la barra. Entre tanto, le dimos fuego al muñeco y cada uno aguantó lo que el cuerpo le dió a entender. Agusto.
Aquí tenéis algunas fotos y, si tenéis más, también podéis mandar las vuestras en el formulario que hay más abajo.