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Nacimientos, bodas y defunciones en 1921

Para terminar con este número y como suele ser costumbre en la última revistica de cada año, vamos a hacer repaso de quienes nacieron, se casaron y murieron en Vidángoz en el año que estaba a punto de empezar hace ahora un siglo.

En el capítulo de nacimientos, digamos que 1921 fue un año flojico, ya que solo nacieron nueve niñ@s, cuando la media en aquellos años estaba en doce. Por orden cronológico, son los siguientes: Fermina Artuch Urzainqui [Maisterra], Teodoro Sanz Fuertes [Txantxolit / Antxon], Ángel Sanz Jimeno [Zinpintarna], Jorge Asín Gayarre [Pelaire], N. De Andrés Fuertes [Xapatero], Bernardino Mainz Mainz [Refelna], Benigna Mainz Mainz [Mendigatxa], Bernardina Iriarte Sanz [Iriarte / Txikiborda] y Pedro Ornat Sanz [La Santa].

A grandes trazos, la vida de estos nueve fue así: uno nació muerto, el de Xapatero, pero el resto llegaron a la edad adulta. De ellos, tres, Teodoro, Jorge y Pedro fueron cabezas de familia en Vidángoz, casándose los dos primeros con sendas bidankoztarras y el tercero con una de Garde. Otros tres, Ángel, Bernardino y Benigna, emigraron a América en la que sería la última gran oleada que cruzó el charco, aunque uno de ellos, Bernardino, terminó regresando. De ellos solo se casó Benigna, como la mayoría de sus quintos, con un bidankoztar. Fermina no se casó y se quedó en la casa nativa junto a sus padres y hermanos. En cuanto a Bernardina, toda su familia dejó Vidángoz en torno al final de la Guerra Civil para marchar a Pamplona, donde hizo su vida ya lejos de Vidángoz.

Ángela Urzainqui y Felipe Jimeno, casados en 1921 a casa Hualderna.

En el capítulo de bodas también fue 1921 un año regular, celebrándose tan solo dos enlaces cuando la media era casi de 2,5. Las parejas que se unieron en aquel año fueron Felipe Jimeno Ornat [Garro / Hualderna] con Ángela Urzainqui Hualde [Hualderna] y Pedro Mainz Salvoch [Aristu] con Felisa Pérez Jimeno [Landarna / Aristu]. Unas parejas bastante prototípicas para la época, en las que ambos contrayentes eran de Vidángoz, donde ambos novios tenían 26 años (algo más jóvenes de la media de edad al casarse en la época en nuestro pueblo, que era de casi 29 años para los varones) y ambas novias 23 años (también algo más jóvenes que la media de la época, que era de 24,5 años para las mujeres).

Ambas parejas se quedaron en Vidángoz y fueron cabezas de familia en sendas casas: La primera, en casa Hualderna, donde nacieron sus nueve hij@s; y la segunda en casa Aristu, donde vinieron al mundo otras ocho criaturas.

Como podéis ver, parejas muy al estilo de su tiempo.

Por último, llegamos al capítulo de defunciones. Para empezar, diremos que fueron diez, con lo que aquel año Vidángoz tuvo saldo vegetativo negativo (más fallecimientos que nacimientos). Fallecieron varios cabeza de familia: Miguela Salvoch Pérez [Escuela / Mailusa] con 59 años, Pedro Antonio Mayo Landa [Uztárroz / Rakax] con 78 años, Manuela Mayo Garde [Uztárroz / Bomba] con 73 años, Amalia Mendigacha Mainz [Bernabel / Llabari / Garín] con 32 años, Cecilio Sanz Hualde [Landarna / Santxena] con 79 años y Balbina Monzón Barrena [Monxon / Largotena] con 67 años.  Como podéis ver, la mayoría llegaron a una edad considerable para su época, excepción hecha de la desdichada Amalia, sobre cuyas circunstancias podéis leer el artículo dedicado a casa Montes/Garín en el Bidankozarte nº 12, pero que probablemente se habría visto afectada por las consecuencias que trajo su condena en un caso de estafa de 1.000 pesetas a Jacinto Garín.

También fallecieron aquel año cuatro menores. Dos de ellos algo más crecidos y debido a unas fiebres tifoideas: Quintín Urzainqui Urzainqui [Pantxo], de 13 años, y Elena Pérez Goyeneche [Diego], de 5 años. Los otros dos, el que nació muerto en casa Xapatero, N. De Andrés Fuertes, ya mencionado en los nacimientos, y otro de apenas cinco meses, Juan Dandiararena Ros, también en casa Xapatero, sacado de la inclusa y que se hallaba lactando con Isidra Fuertes, práctica ésta habitual en la época.

Pues hasta aquí 1921, un año que ya veis que tuvo sus particularidades.

La Junta Local de Enseñanza

Al menos desde mediados del siglo XIX, los asuntos relativos a la instrucción pública en Vidángoz los trataba la Junta Local, denominada de Instrucción, de Enseñanza o de la Escuela según la época.

La Junta Local estaba integrada, como solía ser costumbre, por el alcalde, el cura y algunos otros miembros. Su función no era otra que la de velar por el adecuado funcionamiento de la escuela. Así, era el órgano encargado de trasladar al ámbito educativo local las disposiciones gubernativas sobre la materia, pero también procuraba que el aula cumpliera unas condiciones mínimas, que se dispusiera del material necesario, que se premiara al alumnado más aplicado e incluso solucionaba conflictos que surgían en el contexto escolar.

La escuela de Vidángoz en 1979 [Foto: Diario de Navarra]

Como curiosidad, cabe señalar que en la primera Junta Local de Enseñanza de la que se conserva documentación en Vidángoz, del año 1867, coincidieron los famosos Mariano Mendigacha y Prudencio Hualde, como alcalde y párroco respectivamente. El motivo de la reunión de la Junta Local en aquella ocasión fue la querella de un padre (Ángel Arriola Jamar [Garaioa / Arriola]) por castigos inmoderados que el maestro brindaba a su hijo (Pedro Javier Arriola Mainz [Arriola]) y otra querella que en respuesta presentó el maestro (Santos Mainz Pérez, de Burgui) contra dicho padre por insultos y amenazas. Al igual que otros aspectos de la administración, como por ejemplo el registro civil, esta institución parece que empezó a tener un funcionamiento más formal a partir de 1876. Ya en 1877 el inspector que visita a la Junta Local (donde nuevamente se encontraba Mariano Mendigacha, en esta ocasión como representante de los padres de familia) hace hincapié en algunos aspectos que nos resultarán incluso avanzados para aquella época: promover la asistencia a la escuela, especialmente la de las niñas, multando a quien no lo haga, visitar las clases y los exámenes, premiando a los más aplicados, la adquisición de mobiliario y la adecuación del aula e incluso el establecimiento de una escuela nocturna de adultos.

Como podréis imaginar, estas medidas todavía tardarían mucho en cumplirse. Las multas por no asistir se empezaron a imponer enseguida, y los premios al alumnado más aplicado también, siendo los tres primeros distinguidos José Mariano Urzainqui Urzainqui [Txestas] (quien terminaría siendo secretario), Ignacio Hualde Legaz [Oronz / Maisterra] y María Petra Urzainqui Urzainqui [Kostiol].

La andadura de la Junta Local duró lo que la escuela en Vidángoz, esto es, hasta 1980, pero el último acta del organismo es de septiembre de 1975, cuando la Junta Superior de Educación de Navarra planteaba la concentración escolar en Roncal. En aquella ocasión, el pueblo pedía mantener, al menos, la escuela en Vidángoz para la etapa anterior a la E.G.B. Los firmantes de aquella última acta ya nos son más familiares: Enrique Hualde [Txestas / Juanko], Evaristo Urzainqui [Lengorna], Luis Fuertes [Lixalte], Ascensión De Andrés [Xapatero], Mª Dolores Pérez [Diego] y Ascensión Marco [Garde / Danielna].

Nacimientos, bodas y defunciones en 1920

Para terminar de ponernos al día con esta especie de registro civil de hace un siglo nos falta de revisar lo relativo a 1920, que debería de haber aparecido en el anterior número de Bidankozarte.

Algunos de los quintos de 1920 (Crisantos Pasquel y Salvador Sanz) y de 1919 (Victoriano Artuch y Marino Juanco), entre otros

En lo referente a los nacidos este año, fue un año promedio, con 13 nacimientos: Isidora Sanz Ornat [Ornat], Adriana Landa Sanz [Algarra], Cipriano Sanz Jimeno [Zinpintarna], Basilisa Ornat Landa [Bomba], Felisa Sanz Sanz [Danielna], Manuel Artuch Jimeno [Largotena], Manuel Urzainqui Hualde [Ferniando], Nicolasa Juanco Jimeno [Antxon / Diego], Salvador Sanz Urzainqui [Arguedas / Xereno], Valentina Landa Urzainqui [Arriola / Landarna / Llabari], Crisantos Pasquel Ornat [Paskel], Patrocinio Sanz Hualde [José María] y Gregoria Urzainqui Urzainqui [Pantxo / Molino].

Entre ellos, hay un poco de todo, como siempre. De los trece solo uno murió a temprana edad, Cipriano, los demás llegaron todos a mayores. Al igual que a la quinta anterior, a ésta también le tocó la Guerra Civil, y los cuatro quintos varones que llegaron a los 18 tuvieron que tomar parte en la contienda, muriendo uno de ellos (Manuel Artuch) en los últimos compases de la guerra. Algunas quintas también se casaron con bidankoztarras que habían participado en la guerra (Nicolasa, Valentina y Gregoria) y Patrocinio se desposó con un militar de los que llegaron a Vidángoz con los Batallones de Trabajadores.

Esta quinta también tuvo su cura, en este caso Manuel Urzainqui, que ejerció durante cerca de 15 años en Burgui, entre otros destinos.

De los y las nacidas en 1920 es curioso que bastantes se casaron con otros bidankoztarras y fueron cabezas de familia en casas de Vidángoz: Adriana con Mariano Ezquer Pérez [Landarna / Algarra] en casa Algarra; Nicolasa con Eusebio Pérez Goyeneche [Diego] en casa Diego; Salvador con Paula Artuch Jimeno [Largotena / Xereno] en casa Xereno; Valentina con Daciano Ezquer Pérez [Landarna / Llabari] en casa Landarna primero y posteriormente en casa Llabari; Crisantos con Lucila Ayechu Arrese [Iciz / Paskel] en casa Paskel; y Gregoria con Felipe Artuch Jimeno [Largotena / Molino] en el Molino.

Isidora y Basilisa se casaron a Sada y Rentería respectivamente y Felisa, que fue la única quinta que quedó soltera, vivió en Barcelona.

Aquel año hubo otras cuatro bodas en Vidángoz: Leonarda Urzainqui Urzainqui [Arguedas] con Epifanio Labari Sala (de Iciz y viudo de la bidankoztar Manuela Arguedas [Molena / Iciz]); Román Corrales López (Alamedilla, Salamanca) con Enriqueta Martín López (Piedras Albas, Cáceres); Teófila Mainz Mendigacha [Mendigatxa] con Francisco Mainz Gayarre [Urzainqui / Mendigatxa]; y Victoria Fuertes Salvoch [Lixalte / Montes] con Julián Montes Glaría [Roncal / Montes].

La familia Mendigatxa vivió momentos convulsos entre 1918 y 1920

Leonarda no tuvo mucha suerte y su marido falleció poco tiempo después, y decidió marchar junto con una prima de Igal a Estados Unidos, donde residía una tía suya de casa Arguedas. No debían de tener el dinero suficiente para ingresar en el país (sí entre las dos, pero no cada una individualmente) y las mandaron de vuelta después de haber visto la Estatua de la Libertad como ya comenté en el artículo ‘Un Urzainqui yanqui’ del nº 27 de Bidankozarte. La segunda pareja que se casó eran foráneos y se casaron no ya de penalti, sino después de haber tenido un hijo en 1919, lo que en la época habría sido poco menos que un escándalo. A Teófila no sé si le tocaba casarse y heredar casa Mendigatxa o fue la muerte de su hermano Norberto en 1919 lo que precipitó su boda, ya que sus otros hermanos Eleuterio y Teodosia habían marchado a Argentina y Diego les seguiría en 1920 o 1921. Y por último, Victoria Fuertes se casó con el herrero, que era natural de Roncal, y cuyo apellido (Montes) dio nombre a una casa que estaba pegada a casa Xoko y que hoy ya no existe (podéis leer sobre ella en el nº 12 de Bidankozarte).

En el capítulo de muertes, en 1920 hubo 13 fallecimientos, bastante más que los 8 muertos anuales que solía haber: Justa Anaut Pérez [Antxon], Micaela Mainz Landa [Landa], Cipriano Sanz Jimeno [Zinpintarna], Juliana Salvoch Urzainqui [Zinpintarna], Javiera Hualde Salvoch [Rakax], Margarita Fuertes Bretens [Xapatero], Rosario Pérez Goyeneche [Diego], Petra Fuertes Hualde [Txantxolit], Antonina Navarro Carrica [Pexenena], Feliciana Urzainqui Pérez [Kostiol], Santiago Ornat Sanz [La Santa], Aquilino Gayarre Necochesa [Gaiarre] y Nicanor Ornat Jimeno [Ornat]. Aparte de los 4 niños que murieron con días/meses (Micaela, Cipriano, Rosario y Santiago), otros tres niños de entre 7 y 10 años (Antonina, Feliciana y Aquilino) fallecieron de fiebres tifoideas. Los demás, de las frecuentes neumonías, ‘de viejos’ o de una peritonitis (Nicanor), que entonces no se operaban.

Bueno, pues ya veis, en 1920 varían algunas cosas con respecto a 1919 pero todo lo relatado nos ayuda a hacernos una idea de cómo era la vida en el Vidángoz de hace un siglo y qué pasaba en él.

Nacimientos, bodas y defunciones en 1919

Señalaba al inicio que, aparte de lo relativo a las epidemias, también en este número iba a haber algo de puesta al día, y es que como los cinco últimos números han sido monográficos por diversos motivos (bueno, y éste bien podía haberlo sido en lo relativo a epidemias), no he podido incluir sendos artículos que solían incluirse en el número de invierno ni el año pasado ni este. Me refiero al repositorio de nacimientos, bodas y defunciones registrados en Vidángoz hace 100 años.

Faltaba de repasar lo relativo a 1919, que tenía que haber aparecido hace cinco números de Bidankozarte, y ahora me pongo a ello.

Empezando por el capítulo de nacimientos, hace un siglo hubo diez retoños que vinieron al mundo en nuestro pueblo, cifra ligeramente inferior a la media de aquellos años, que era de 12,5 niños/año. En orden cronológico, la lista sería la siguiente: Teófilo Rodríguez Blázquez [de padres castellanos], Victoriano Artuch Urzainqui [Maisterra], N. De Andrés Fuertes [Xapatero], Ambrosio Navarro Carrica [Pexenena], Isidora Artuch Jimeno [Largotena], Marino Juanco Pérez [Paxapan / Xoko], Rosario Pérez Goyeneche [Diego], Santiago Pérez Goyeneche [Diego], Luis Martín Corrales [de padres castellano y extremeña] y Andresa Asín Gayarre [Pelaire / Pantxo].

Es una quinta un tanto atípica, ya que, para empezar, hay dos nacidos de padres foráneos. El primero es hijo de un pastor llegado de un punto tan lejano como Yeste (Albacete), lo mismo que su mujer. El otro consta como hijo de un obrero natural de La Alamedilla (Salamanca) y su mujer, natural de Piedras Albas (Cáceres), padre que seguramente se encontraría trabajando en la construcción de la carretera de Burgui a Vidángoz. Dos niños que apenas habrían vivido en el pueblo.

Por otra parte, tenemos varios que fallecieron a temprana edad: el de casa Xapatero (que no dio tiempo ni a ponerle nombre o nació muerto), Isidora y Rosario. Este último se trata de un caso de mellizos, que en aquella época era difícil que salieran adelante, y normalmente fallecían en poco tiempo uno de los dos o ambos. Cuatro años antes había habido otra pareja de mellizos en casa Diego y en aquella ocasión ambos habían fallecido en poco tiempo. Esta vez uno de los dos salió adelante, Santiago, que con los años sería sacerdote.

De los cuatro restantes, Victoriano y Ambrosio vieron marcadas sus vidas por la Guerra Civil. El primero quedó soltero y vivió en Vidángoz el resto de su vida. El segundo, tras la Guerra Civil, formó parte de la División Azul en la II Guerra Mundial y terminó casándose en Francia con Felisa, una bidankoztar de casa Paskel. Marino también se casó, con Capitolina Aldunate (de Ujué) y vivieron algún tiempo en Vidángoz aunque terminaron dejando el pueblo. El caso de Andresa es similar, puesto que se casó con Víctor Urzainqui [Pantxo] y terminaron emigrando al entorno de la capital en la década de 1960.

María Gayarre y Silvestre Asín, en la foto flanqueando a su hijo Ciriaco en el día de su ‘cantamisa‘.

En el capítulo de bodas, hubo cuatro: Antonio Landa Lanzaco [Sigüés / Algarra] e Irene Sanz Salvoch [Mailusa / Algarra]; Silvestre Asín Cemboráin [Uscarrés / Pelaire] y María Gayarre Guinda [Gaiarre / Pelaire]; Florencio Rodrigo Mendigacha [Maizena / Xoko] y Braulia Urzainqui Fuertes [Xoko]; Santiago Urzainqui Recari [Ferniando] y Norberta Pérez Jimeno [Landarna]. Otro bidankoztar, Fermín Landa Arriola [Mux] también se casó en 1919 con Dionisia Jiménez, de Javier, si bien lo hizo en Sangüesa, donde fue creciendo el negocio que él creo, las famosas Gaseosas Landa, tema del que también hablaremos en otra ocasión.

En las dos primeras había al menos un viudo y ambas parejas terminaron viviendo en una casa de la que no eran naturales ninguno de los dos. En las otras dos, también hay otra coincidencia inusual, aunque en aquella época no lo era tanto: los novios en ambas parejas eran americanos que habían empezado a hacer fortuna en Argentina, volvieron al pueblo a casarse y retornaron a América. A ver cuándo tengo ocasión (e información suficiente) para afrontar este tema de la emigración.

En cuanto a los fallecidos, fue un año promedio, muriendo ocho personas: tres niños (N. De Andrés Fuertes [Xapatero], Isidora Artuch Jimeno [Largotena] y Casta Sanz Hualde [Danielna] y cinco adultos (Norberto Mainz Mendigacha [Mendigatxa], Josefa Jimeno Navarro [Danielna], Melchor Fuertes Salvoch [Fuertes / Melchor-Cosme], Miguel Hualde Salvoch [Pelaire] y Santiago Mainz Fuertes [Montxonena].

Nota de prensa de El Pensamiento Navarro (17/02/1919) sobre la muerte accidental de Norberto Mainz [Mendigatxa]. Días después también se le dedicó un amplio espacio a sus funerales en el Diario de Navarra.

De entre estos cinco adultos, dos eran bastante jóvenes: Norberto, de 24 años, falleció tras recibir una coz de una caballería y cuya desgracia tuvo su sitio hasta en la prensa de la época, y Santiago, que padecía una enfermedad pulmonar, secuela seguramente de alguna neumonía padecida. Los tres restantes, ya de mayor edad, fallecieron por causas más comunes: Josefa, con 54 años, de un derrame cerebral; Melchor, con 80 años, de ‘senectud’ (o sea, ‘de viejo’); y Miguel, con 65 años, de ‘parálisis’.

Como veis, los protagonistas y las circunstancias que rodean a estos nacimientos, bodas y fallecimientos de 1919 son un fiel reflejo de lo que acontecía en el Vidángoz de hace 100 años.

Los maquis en octubre de 1944

Partida de maquis

Hoy hace 75 años que comenzó la denominada “Operación Reconquista”, la invasión del maquis, la guerrilla antifranquista. En este hilo bosquejaré el contexto general y me centraré en los principales sucesos que tuvieron lugar en Vidángoz (Valle de Roncal) y alrededores.

Quien quiera, también tiene a su disposición en Youtube la charla sobre este tema que di en agosto (https://youtu.be/L7FlTtPo5nA) y el boletín de Bidankozarte nº 33, publicado en septiembre, donde me centro más en los hechos sucedidos en Vidángoz, y que podéis descargaros aquí: http://www.vidangoz.com/bidankozarte/aleak/gazteleraz/bidankozarte_33_erd.pdf.

Españoles exiliados en Francia

Si bien los españoles en el exilio nunca habían abandonado la idea de volver a recuperar España, desde su partida al término de la guerra civil su situación había ido de mal en peor: campos de refugiados, campos de concentración posteriormente, ocupación nazi…

En 1942 los nazis habían empezado a perder terreno en la II Guerra Mundial y para el verano de 1944 el final de la contienda parecía cercano. A finales de agosto los aliados recuperan París y la mayor parte de Francia con la participación destacada de republicanos españoles.

Operación reconquista, con el fin de ocupar el Val d’Aran

Los republicanos, tras haber ayudado a recuperar Francia, esperaban que los aliados les “devolvieran el favor” y que lo siguiente sería dar el salto a España, donde todavía mandaba el fascismo. Se elaboró un plan que consistía en lo siguiente: Ocupar el Val d’Aran a mediados/finales de octubre, antes de que quedara prácticamente aislado del resto de España por las nieves invernales. Y es que después de nevar, el único acceso a dicho valle desde la península sería el túnel de Viella, fácilmente controlable. Allí se instalaría el gobierno exiliado, ya en suelo español, y pensaban ellos que esto obligaría a los aliados a seguirles y entrar en guerra con Franco.

Plan de incursiones maquis por todo el Pirineo

Pero primero había que conseguir ese objetivo de conquistar el Val d’Aran, y ¿cómo hacerlo? Se planificó una estrategia de distracción que consistía en que diversos contingentes de maquis cruzaran la frontera por diversos puntos de los Pirineos, haciendo que las fuerzas armadas de Franco se dirigieran a esos lugares y el Val d’Aran quedara menos vigilado.

«Linea P» con la que Franco pretendía defenderse de posibles ataques desde Francia.

Franco, por su parte, llevaba tiempo temiendo que los republicanos con ayuda de los aliados le atacaran por los Pirineos y por ello había empezado a fortificar el lado sur de la cordillera con búnkeres, nidos de ametralladoras, etc… la denominada LíneaP (P de Pirineos).

También había empleado a los denominados “desafectos” como mano de obra esclava en la construcción de infraestructuras, muchas de ellas carreteras que conectaban valles pirenaicos mediante carreteras que discurrían paralelas a los Pirineos.

Inicio de la incursión del maquis por el valle de Roncal

La antes citada maniobra de distracción comenzó la noche del 3 de octubre de 1944, con maquis entrando por la zona de Roncesvalles y por el Valle de Roncal. Centrándonos en el grupo que entró por el puerto de Krutxeta (Uztárroz), debían de ser unos 100 maquis. Al poco de cruzar la muga, en el Alto de Laza tuvieron un primer enfrentamiento (4 de octubre) con la policía armada, en el que falleció el guardia civil que les guiaba.

Zotropea, el lugar donde los maquis se dividieron en tres grupos

Los maquis siguieron avanzando hacia el sur y, apenas 5 km después, se dividieron en tres grupos. El primero de ellos tomo dirección a Esparza de Salazar; el segundo de ellos seguiría hacia el sur, dirección a Vidángoz; y el tercero no está claro, pero probablemente habrían ido en dirección a Isaba. De este 3º grupo ya no sabemos más.

El grupo que fue hacia Salazar terminó pasando al Valle de Aezkoa, donde hay noticias detalladas del paso de los maquis que podéis leer el esta entrada del blog de Turismo Abaurrea: https://www.turismoabaurrea.com/2014/08/los-maquis-en-abaurrea.html. Aquí seguiremos al grupo que fue hacia Vidángoz.

En la Sierra de Ferniando / Azaltegia tuvo lugar un enfrentamiento entre maquis y militares

No muy lejos de donde se separaron los tres grupos, en la Sierra de Ferniando y Azaltegia, en término de Vidángoz, los maquis tuvieron un nuevo enfrentamiento con el ejército (Batallón América XIX), donde fallece un soldado (5 de octubre).

Tras ese enfrentamiento, los maquis siguieron hasta Vidángoz, donde repartieron propaganda e invitaron al pueblo a rebelarse y unirse a ellos, pero la respuesta que obtuvieron fue decepcionante. Según el mando maqui “Chispita”, después de esto se dispersaron.

Sin embargo, la gente mayor de Vidángoz señala que algunos de aquellos maquis permanecieron ocultos en los montes del pueblo, y en los días y semanas siguientes bajaban de vez en cuando en busca de comida, generalmente en grupos muy reducidos y al anochecer.

El Txaparro era uno de los puntos de vigilancia de los militares

Tras los primeros enfrentamientos con los maquis, el ejército había enviado un destacamento a Vidángoz para controlar posibles incursiones guerrilleras, y solían hacer labores de vigilancia en puntos estratégicos: las ventanas de las primeras casas del pueblo, lugares elevados…

Un día, bajaban 7 u 8 maquis y cuando se encontraban a escasos 100 metros del pueblo,  junto a la huerta de Diego de Landeta, uno de los guerrilleros recibió un tiro, falleciendo en el acto. El resto huyeron, para salvarse y pensando que el tirador era alguien del propio Vidángoz.

La trampa de casa Xoko fue un buen escondite

Es por eso que, a la gente del pueblo que bajaba de trabajar en el monte, les amenazaban con que habían de volver a Vidángoz en busca de venganza por su camarada muerto. Y al llegar estas noticias al pueblo, claro está, cundió el pánico.

Cada cual afrontó la situación como se le ocurrió: unos decidieron quedarse en sus casas y afrontar lo que pudiera pasar; otros escaparon al monte, temiendo lo que pudiera ser de ellos si los maquis los encontraban en el pueblo; Y otros, unas cuantas decenas se escondieron en la “trampa de (casa) Xoko”, un habitáculo que quedaba por debajo del nivel de la calle y de la entrada de la casa y cuyo acceso, de no conocerse su existencia, pasaba desapercibido a la vista.

Viella, capital del Val d’Aran y objetivo que los maquis no consiguieron.

Llegó entonces el “día D” de la “Operación Reconquista”, el 19 de octubre, cuando los maquis entraron por el Val d’Aran y consiguieron tomar el control de algunos de sus pueblos camino de su capital, Viella, objetivo éste que finalmente no lograrían.

Entre tanto, el día 20-21 de octubre otra partida de unos 400 maquis, penetraba por el portillo de Arrakogoiti en el Valle de Roncal, camino de Garde, de donde seguirían hacia Teruel por Huesca, ruta habitual usada por el maquis por transitar por zonas poco pobladas.

Collado de Arrakogoiti, por donde entraron los maquis el 20-21 de octubre.

Los maquis llegaron hasta Belabarze, donde hicieron noche, pero, según la versión oficial, tuvieron que darse media vuelta y volver a cruzar la frontera con Francia ante el acoso al que les estaba sometiendo el ejército.

Digo según la versión oficial porque, casualmente, un par de días después andaba por el monte de Vidángoz un contingente grande de maquis, “por lo menos 300” según algún testigo, lo que podría corresponderse con los 400 que habían entrado por Arrakogoiti.

Multa que se impuso a Liborio Sanz por no comunicar la presencia de «rojos».

Quien tuviera contacto con ellos había de informar a la autoridad militar, so pena de una fuerte multa, como le ocurrió al pastor Liborio Sanz, quien recibió una sanción de 500 pesetas por no haber comunicado que se había encontrado con los “rojos”.

En la tarde-noche del 24 de octubre, con el tiempo tornándose invernal, varios vecinos de Vidángoz, entre ellos el alcalde, se encontraron con la tropa de maquis, que se preparaba para pasar la noche en varias bordas que había en torno a la Cañada Real de los Roncaleses.

De aquellos encuentros quedaba claro que, entre los maquis, había gente de algunos pueblos cercanos a Vidángoz: Garde, Burgui,  Salvatierra de Esca, Sigüés… Y es por ello que también hubo quien les ayudó en lo posible.

El alcalde llegó a Vidángoz e informó a los militares, que prepararon su estrategia para el amanecer siguiente. En esta tarea, hicieron caso omiso de las indicaciones de los bidankoztarras, y fueron casi emboscados por los maquis.

Lugar del cementerio de Vidángoz donde reposan los restos de aquellos maquis.

En el amanecer del 25 de octubre, en el término de Egullorre, hubo un encarnizado enfrentamiento entre maquis y ejército, llegándose incluso al cuerpo, hasta que los militares se retiraron por verse en posición desventajosa hasta que llegaran refuerzos.

El balance del enfrentamiento, brutal: 6 maquis y 5 militares muertos, entre ellos el teniente al mando. Los muertos fueron enterrados en el cementerio de Vidángoz, aunque a los maquis ni se les inscribió en registro civil, ni se les ofició funeral, ni se les enterró con caja.

En su recorrido por la cañada, los maquis tuvieron dos enfrentamientos más con las fuerzas armadas.

Los maquis prosiguieron por la cañada hacia el sur, y parece que en su avance, tuvieron otro enfrentamiento con el ejército en término de Uscarrés, en torno a la “Borda de Palacios”, si bien no hay apenas datos sobre este enfrentamiento.

Siguiendo en su avance cañada abajo, el día 27, en la “Borda de Zalba”, en término de Navascués, tuvieron otro enfrentamiento con los militares al amanecer del día 27 de octubre, falleciendo 5 maquis y 2 soldados y siendo detenidos 30 guerrilleros.

Juan Layana, a quien los maquis tomaron por guía.

De los maquis que pudieron escapar, algunos optaron por intentar llegar de nuevo a la muga con Francia, pero tomando un camino distinto para evitar al ejército. En Odieta, al Sudeste de Vidángoz, tomaron por guía al pastor Juan Layana, recién casado a nuestro pueblo.

Juan les guió hábilmente, esquivando incluso un puesto de la policía armada que habrían encontrado de haber seguido el camino habitual. Así llegaron al monte Santa Bárbara cuando estaba anocheciendo y con el tiempo realmente desapacible (niebla, nieve…).

Portillo de Largintia, donde los maquis quedaron a su suerte tras escapar Juan Layana.

Temiendo por su vida y aprovechando las circunstancias (anocheciendo, niebla, los maquis se iban quedando atrás por el cansancio), se tiró por una fuerte pendiente hacia abajo y consiguió así escapar, llegando horas después a Urzainqui, donde se puso a salvo.

De los maquis que quedaron a su suerte en Santa Bárbara, en el Portillo de Largintía, decía el propio Juan que difícilmente habrían podido sobrevivir a esa noche, tal y como estaba el tiempo y sin haber encontrado un refugio donde cobijarse.

Casualmente, la primavera siguiente, tras el deshielo, se encontraron en ese término varios esqueletos, que la quienes tenían noticia de lo ocurrido con los maquis no dudaron en relacionar con aquellos.

Jesús Monzón, dirigente del PCE en el exilio hasta que fracasó la Operación Reconquista.

El día 28 de octubre el PCE abortó la Operación Reconquista, apartó de su dirección a quien la había dirigido (el navarro Jesús Monzón) y puso al frente a Santiago Carrillo. La estrategia, a partir de entonces, descartó la lucha armada de los maquis y dejó de apoyarlos.

En mayo de 1945, varias personalidades del Valle de Roncal y alrededores fueron condecorados por la actuación de sus pueblos durante la invasión de los maquis.

Antes de terminar, me gustaría que si tienes algún dato/historia/anécdota más en relación a los maquis y los Valles de Roncal / Salazar, lo pusieras como comentario a esta entrada o bien escribieras un email a bidankozarte@yahoo.es.

Y así termina esta entrada sobre la incursión de los maquis en Vidángoz y el Valle de Roncal en octubre de 1944, que comenzó, como decíamos al inicio, tal día como hoy hace 75 años.

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