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Mendigacha, Azkue… y Mocoçain

Llegamos en este recorrido por los escritos en uskara a principios del siglo XX, cuando el dialecto roncalés ya se daba por desaparecido en varios de los pueblos del valle y, en los que aguantaba, la perspectiva era poco halagüeña.
En esta tesitura llegó Resurrección María de Azkue a estudiar nuestro moribundo dialecto y su contacto en el valle, el entonces párroco de Uztárroz, Dionisio Martín, le puso en contacto con Mendigacha como mejor fuente para ese menester. Azkue consiguió en su primer encuentro que la llama del uskara volviera a encenderse en un ya anciano Mendigacha (tenía 70 años cuando se conocieron), y éste, consciente de lo importante de su testimonio, puso gran empeño en sacar todo el uskara que llevaba dentro para que Azkue pudiera analizar nuestro dialecto roncalés.

Ligi (Licq-Athérey), pueblo donde tuvo lugar el encuentro en el que Mendigacha escribió el texto de este artículo.

Las cartas de Mariano, de las que hemos hablado en Bidankozarte en cantidad de ocasiones, son una reliquia a nivel lingüístico por varios motivos. Por un lado, al contrario de lo que ocurría con los trabajos de Bonaparte, estos escritos no son meras traducciones de textos religiosos, y al tratarse de cartas en las que Azkue le pedía que le hablara de las costumbres, de lo cotidiano que tenía lugar en Vidángoz, esto abre un amplio abanico de temas y posibilidades, convirtiéndose, como hemos dicho muchas veces, en un tesoro etnográfico para Vidángoz en particular y el Valle de Roncal en general por la descripción que hace de los usos y costumbres de nuestro entorno de hace un siglo. Por otra parte, el formato de estos documentos, correspondencia entre dos personas, nos permite observar un tono más coloquial en el lenguaje empleado, donde, además de lo relatado en cada carta, se expresan sentimientos tanto de Mendigacha como de Azkue. Como quiera que estas cartas de Mendigacha a Azkue hemos hablado en estos boletines de Bidankozarte en multitud de ocasiones, una vez mencionadas en este apartado, como no podría ser de otra manera, presentaré otro escrito de Mendigacha bastante menos conocido. Un pequeño fragmento de papel, un texto incompleto, pero en el que Mariano da cuenta de algunas de sus sensaciones con el uskara.

Escrito de Mendigatxa (Ligi, 1902)

El pequeño documento conservado por el lingüista Piarres Broussain (a quien se lo donó Mocoçain) de una reunión en Ligi en la coincidió con Mariano (custodiado actualmente en el Archivo de la Biblioteca Azkue de Euskaltzaindia) dice lo siguiente: ‘Gayazko ulun eta issiltarzunarequin, itz anissco artubaguietarik sitenzaitad; eta faitenaz, biltuz, biltuz; baya gero, arguitiarat, beguiak iriki bikain sarri faiten zaiztad amets izanbalitz bikala‘. Traducido viene a decir que ‘Con la oscuridad y el silencio de la noche, me vienen [a la mente] muchas palabras y las voy guardando, guardando; pero luego, al amanecer, tan pronto como abro los ojos, se me van como si hubiera sido un sueño’.
El síndrome de Mendigatxa, o la angustia de ver cómo eres el último y el idioma se esfuma contigo…

‘Ene tia Juana maitia…’

El tenor roncalés Julián Gayarre

El documento del que vamos a hablar se redactó en 1884, esto es, en la época en la que se dejó de enseñar el uskara a la nueva generación y uso del roncalés entró en barrena. Pues bien, este testimonio escrito, pese a ser lingüísticamente de menor relevancia, tiene algo de icónico por ser su autor el tenor roncalés de fama internacional Julián Gayarre.
Quizás por eso mismo, por venir de alguien que había alcanzado una fama tan grande, y por las fechas en las que fue escrita, tiene un carácter especial, puesto que nos demuestra que, pese a todo lo que consiguió, Julián Gayarre seguía llevando su tierra, su familia y su uskara muy dentro.
Y es que este tenor universal pertenece a la penúltima o última generación que aprendió uskara en sus casas en Roncal antes de que la transmisión familiar se interrumpiese de cuajo en la segunda mitad del siglo XIX.

Detalle de la carta de Julián Gayarre a su tía Juana (1884)

Así, y pese a ser una misiva breve, Gayarre muestra en ella el afecto que tiene a su tía Juana, a la que invita a pasar unos días en Barcelona con todos los gastos pagados y conocer así el mar, y, de paso, manda saludos para todos los de casa… y un pellizco para las mozas guapas de Roncal.
Julián Gayarre, tenor universal, sí, pero, ante todo, orgulloso roncalés… y uskaldun!

El legado de Bonaparte

Louis Lucien Bonaparte

No es la primera vez que hablamos del lingüista Louis Lucien Bonaparte y de la importancia del estudio que realizó sobre los dialectos del euskera en general y del roncalés en particular.

Para esta labor, y siguiendo el consejo de sus ayudantes en Navarra, escogió Vidángoz por ser el pueblo donde mejor se mantenía el dialecto roncalés, aunque, paradójicamente, a la postre no sería el último pueblo en el que se hablaría.

La mayoría de documentos recogidos por Bonaparte en nuestro valle, que datan de finales de la década de 1850 y toda la década de 1860, se encuentran en el Archivo General de Navarra (y también en su repositorio online) en el denominado Fondo Bonaparte. Allí podemos consultar hasta once manuscritos en uskara recogidos en nuestro valle: el catecismo en el uskara de Garde, de Roncal (tres documentos), de Urzainqui y de Vidángoz; un librico de ‘oraciones‘ de Garde y otro Vidángoz (prácticamente iguales); un catálogo de palabras de Garde (sin su significado); un vocabulario que traduce del francés a los tres subdialectos del uskara roncalés (denominados subdialecto de Vidángoz – que sería el hablado en Vidángoz, Burgui y Garde -, de Urzainqui – hablado en Urzainqui y Roncal – y de Uztárroz – empleado en Uztárroz e Isaba -) diversos vocablos para poder estudiar sus diferencias; y, por último, y seguramente el texto más extenso que se conserva en uskara roncalés, la traducción del Evangelio según San Mateo al uskara de Vidángoz por parte del párroco bidankoztar Don Prudencio Hualde [Malkorna].

Evangelio según San Mateo, traducido al uskara por el párroco bidankoztar Prudencio Hualde

Pero no son los documentos que se conservan en el Archivo General de Navarra todos los que recopiló Bonaparte. Así, y con motivo del centenario de la muerte de Mariano Mendigacha [Mendigatxa] el año pasado, rebusqué en diferentes lugares y encontré otra serie de documentos que expondré a continuación.

Así, del mismo modo en que en el Archivo General de Navarra se conserva la práctica totalidad de lo recopilado por Bonaparte en nuestra comunidad, en Bizkaia y Gipuzkoa se conservan los documentos del lingüista relativos a sendos territorios en otras tantas instituciones. En el caso de Bizkaia, esta información se custodia en la Biblioteca Foral de Bizkaia, y allí, entre diversos lotes de documentos, también podemos encontrar algunos relativos al uskara roncalés, cuyos contenidos y pueblo de recogida expondré a continuación: el Canticum trium puerorum traducido al uskara de Vidángoz y al de Roncal; el Padre Nuestro traducido al dialecto de Vidángoz; estudio de las conjugaciones verbales en el uskara de Vidángoz y comparativa con los dialectos salacenco (Jaurrieta) y aezcoano (Aribe); traducción de unas pocas frases al uskara de Vidángoz; diversas anotaciones lingüísticas sobre el uskara de Roncal y de Vidángoz; y una comparativa de diverso vocabulario entre los dialectos aezcoano, salacenco y roncalés, sin mostrar explícitamente en qué pueblo recogió los testimonios.

Canticum Trium Puerorum traducido al uskara de Vidángoz

Otro vocabulario similar al último de los mencionados en el párrafo anterior pero algo más extenso y con los vocablos  equivalentes en francés se conserva en el Archivo de la Biblioteca Azkue (Euskaltzaindia), documento que, aunque oficialmente no se atribuye a Bonaparte, tiene todos los visos de ser suyo.

El análisis del material recopilado sirvió a Bonaparte para incluir el uskara en diversas publicaciones impresas (todo lo anteriormente mencionado eran manuscritos) donde nuestro dialecto roncalés tenía su lugar entre el resto de dialectos vascos.

La labor realizada por Bonaparte parece que se realizó en un momento clave, ya que, en las décadas que siguieron a sus trabajos en nuestro valle, el uskara registró un brutal declive que hizo que desapareciera en apenas una generación. Así que, gracias a él, hoy en día podemos conocer gran parte de lo que se sabe de nuestro extinto dialecto.

¿Unas oraciones de Vidángoz de 1812?

Uno de los documentos del denominado Fondo Bonaparte y asociado a Vidángoz tiene una peculiaridad: una escueta nota al final del pequeño librico parece leerse lo siguiente: ‘Son la panadero le di 12 libars (libras?) a Ángel de Nicolao en la villa de Vidángoz de 1812’. Si bien no está muy bien redactado (o no acierto a leerlo como se debe), está claro que esa nota se escribió en Vidángoz en 1812, esto es, medio siglo antes de la llegada de Bonaparte a nuestra tierra, con lo cual, pese a encontrarse en ese fondo, sería un documento anterior en el tiempo.

Nota en una página del documento donde consta Vidángoz 1812.

Según algunos investigadores, este documento es prácticamente igual a otro que, escrito de la mano del propio Bonaparte, se señala como de Garde… pero al tener el documento supuestamente de Vidángoz otra grafía y tener una nota que nos remite al Vidángoz de 1812, parece que éste habría de ser el documento original…
Nos quedaremos, pues, con la duda de saber si estas oraciones (Acto Fedezcoa, Acto Esperanzazcoa, Acto Caritatezcoa y Acto Contricionezcoa) son el testimonio más antiguo del uskara escrito en Vidángoz.

El roncalés, ‘el basquençe más perfecto’

El documento que trataré en este apartado no está escrito en uskara, pero seguramente será el documento más antiguo que habla sobre el dialecto que hablaban los roncaleses, y, por eso, me ha parecido de interés darlo a conocer.

Esta referencia se encuentra en un manuscrito de 1630, escrito por el escribano roncalés Juan Martín y Hualde y titulado ‘Relación de la Unión y la Nobleza del Valle de Roncal […]‘. En dicho texto se tratan diversos temas relativos al Valle de Roncal y uno de sus capítulos está dedicado al uskara.

Título del capítulo donde se habla sobre el Uskara

Es curioso que señala como origen del idioma que ‘era el idioma de los godos’ y que por medio de ellos llegó a nuestra tierra. Pero, aparte de esta suposición que hoy sabemos errónea, resulta curioso leer que, ya entonces, hace casi cuatro siglos, se tenía al dialecto del euskera hablado en el Valle de Roncal por ‘el basquençe más perfecto’ o ‘el basquençe puro y sin mezcla de otras lenguas’, y se señalaba que ‘el basquençe de Pamplona y su quenta y en Baxenauarra y [tierra de] bascos (que viene a ser sinónimo de Baja Navarra, aunque, por lo que parece aquí, alguna distinción había) el basquençe es más cortés que la de la Valle de Roncal, pero tiene mucha mezcla del Romance y por eso no es tan perfecto’.

Fragmento del capítulo donde se menciona la enseñanza del castellano.

Parece que eso que aún oímos de vez en cuando de que ‘el uskara roncalés es el más puro’ ya estaba inventado.

Por último, otra cita del mismo capítulo sobre el uskara nos da noticia de que en el valle ya se pone empeño en que los niños en la escuela ‘los maestros procuran ablen decontinuo castellano’, y con tanto empeño que terminan hablando de tal manera que no se nota que son ‘bascongados‘, citando, de paso que ‘en este Reino, en las otras partes que ablan el basquençe, pocos saben ablar castillano, y los que ablan mal, sin fundamento‘.

Parece que el retroceso del uskara empezó bastante antes de lo que solemos pensar…

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