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La puntica del iceberg

Después de todo lo contado en las secciones previas, a la vista queda que esta iniciativa Bidankozarte ha dado para mucho en estos diez años.

Pues bien, pese a lo que pueda parecer, hay un trabajo y un desarrollo mucho mayor que no se ve, que sirve o servirá de base o de apoyo para diversas investigaciones o proyectos, pero que no ha visto la luz. Usando una analogía habitual, lo que conocéis de Bidankozarte es solo la puntica del iceberg, pero debajo del agua hay muchísimo más.

Además de todo lo que ya he mencionado como pendiente, hay diversos temas que tengo desarrollados en mayor o menor medida y que ojalá en un futuro no muy lejano pueda ir completando para poder darlos a conocer.

La lista podría ser casi tan larga como quisiéramos, ya que cuanto más se investiga, más líneas de estudio se nos ocurren, pero por apuntar solo algunas de las principales vías que tengo abiertas y que me gustaría ir concretando, tenemos las siguientes: la genealogía de las familias de Vidángoz, la historia de las casas del pueblo, la toponimia haciendo hincapié en los nombres de lugares más pequeños, la emigración desde Vidángoz a América, Vidángoz y las brujas, historia de almadías en el río Biniés, mujeres en la historia de Vidángoz/Valle de Roncal, religios@s del pequeño Vaticano, vocabulario bidankoztar…

Muchos y muy variados proyectos, como veis, pero a ver si al menos algunos de ellos van saliendo adelante poco a poco…

Boletines Bidankozarte

No cabe duda de que los boletines Bidankozarte son la pieza fundamental de este proyecto, cuyo objetivo principal no era (y sigue siendo) otro que la difusión de la historia y la cultura de Vidángoz a todo aquel que tenga interés.

Pero claro, no todo el mundo tiene las ganas o el tiempo de ponerse a leer un libro más o menos gordo. Y es por este motivo, pensando en que las cosas entran mejor en pequeñas dosis, por el que me decidí a publicar en formato boletín.

Con el formato de publicación elegido, compuesto por varias secciones breves, tal vez a alguien solo le llame la atención uno de los artículos que compone un boletín, quizás por tener que ver con su casa, por picarle la curiosidad el título de una sección, por resultarle curiosa la imagen que acompaña a un texto o por lo que sea… pero si se logra que esa persona haya leído a gusto y haya aprendido algo que no sabía sobre Vidángoz, sobre sus orígenes al fin y al cabo, yo doy el objetivo por cumplido.

Teniendo en cuenta a quién va dirigido y también que quienes más jugo le van a sacar son la gente de más edad, decidí que la revistica había de publicarse en formato de papel, pues para gran parte del público potencial es el más adecuado. Lo cual no quita para que desde el principio también estuvieran disponibles los boletines online, en el apartado Bidankozarte de la web www.vidangoz.com. Me planteé además, que para que la publicación llegara al mayor número de gente posible, había de repartir al menos un ejemplar para cada casa del pueblo.

Para la distribución de los boletines he ido aprovechando los momentos en que prácticamente alguien de cada casa acude a un mismo punto en un corto periodo de tiempo: cuando viene el pan. De esta manera, entrego a alguien de cada casa el número o números que tenga pendientes de entregarle (ya que si no los entrego cuando corresponde se van acumulando).

Otra de las características que veía necesarias era que la publicación fuera gratuita, de modo que el tener que pagar por ello no fuera un impedimento para alguien que en principio no tuviera mayor interés pero, quién sabe, podría llegar a sentir curiosidad. Pero como esta publicación nació en plena crisis y no estaba la cosa para pedir dinero a nadie (además de que ni yo sabía cómo iba a funcionar el tema), planteé la publicación de Bidankozarte desde la autofinanciación, esto es, que el boletín se sufragara con el dinero obtenido de la venta de los cuadernillos especiales que he ido sacando a lo largo de estos años.

También entendí importante el que los contenidos estuvieran disponibles en nuestras dos lenguas propias, en castellano y en euskera y, aunque en los últimos tiempos llevo cierto retraso con la publicación en el segundo, espero ponerme al día en no demasiado tiempo.

En lo que respecta a los contenidos, han ido evolucionando con el tiempo. Si inicialmente había unas secciones más o menos fijas (notas históricas, hemeroteca, toponimia, oiconimia, las cartas de Mariano Mendigacha…), con el tiempo se han ido incluyendo otras nuevas (vocabulario bidankoztar, curiosidades, nacimientos, bodas y defunciones de hace 100 años, apellidos bidankoztarras…) y supongo que a cada cual le gustarán más o menos unas u otras.

Por último, los primeros 18 números contaban con un diseño más simple, más austero, digamos, pero a partir del Bidankozarte nº 19 le di una vuelta de tuerca al aspecto gráfico con el que creo que la publicación ha salido ganando, por lo menos visualmente.

Bueno, y así, más o menos cada tres meses, como un goteo lento pero constante, ha ido llegando cada nuevo boletín, y espero que, poco o mucho, os haya ido empapando y hayáis ido conociendo un poco más sobre Vidángoz, su historia, su pasado y sus costumbres, que, en el fondo, viene a ser el descubrir un poco más sobre nosotr@s mism@s.

De cómo empezó todo esto

Corría la primavera-verano de 2011 y para entonces ya llevaba yo unos pocos años sumergido en la investigación sobre Vidángoz. En 2006 había empezado a indagar en mi genealogía propia, en mi historia familiar, pero esta investigación pronto se reorientó hacia la genealogía de todo el pueblo. Encontré la gran labor realizada por el difunto párroco Don Nicolás Iribarren, pero, al mismo tiempo, me topé con importantes lagunas, lo que me hizo tomar la decisión de empezar a armar la genealogía del pueblo “desde cero”, aunque con la ayuda de algunos de los documentos elaborados por aquel cura salacenco.

Por aquella misma época, digamos 2006-2007, también había empezado a profundizar en el estudio de la etnografía roncalesa, preparando incluso algunas encuestas que pretendía realizar sobre diversos temas, si bien, en aquel momento no pude ponerlas en práctica.

Portadas de varios boletines de Bidankozarte

También empecé a trabajar, siquiera someramente, diversos aspectos de la toponimia, y en alguna ocasión recurrí a la ayuda de un experto en toponimia en general y de la de nuestro valle en particular (por haber realizado su tesis doctoral sobre aquel tema): Juankar López-Mugartza.

Fue el propio Juankar quien, sin saberlo, me dio el empujón definitivo que desembocaría en la puesta en marcha de todo esto: en 2009 me comentó que se quería realizar un estudio sobre los nombres de las casas de los valles pirenaicos navarros, pero, en el contexto de crisis que vivíamos, se iba a realizar por medio de voluntarios, y me preguntó si me animaría a realizar lo relativo a Vidángoz. Realmente, en 2008 yo ya había realizado un plano de Vidángoz con los nombres de casa que conocía, pero ese proyecto hizo que, por un lado, empezara a analizar más documentación y, por otro, empezara a entrevistar a gente mayor de Vidángoz sobre ése y otros muchos temas.

Y llegado 2011 vi que había acumulado mucha información que merecía la pena ser compartida con el resto de bidankoztarras que tuvieran curiosidad en conocerla y, para ello, tomé como modelo el boletín La Kukula que se publicaba en Burgui desde 2004, pero con un estilo propio. Y así, por San Agustín de 2011 llegó el nº 1 de Bidankozarte

Desde entonces he ido boletín a boletín, sin marcarme grandes metas, pero poco a poco, han ido saliendo adelante muchos temas, como veréis.

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