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Casa Pelairea / Artutx

Vuelve a tocar en esta ocasión el barrio de Iriartea, que recordamos que estaba delimitado por las actuales calles Mayor, Molino, Tejería y el río Biniés. Y aunque, teóricamente, sería el turno de casa Lengorna, nos saltaremos este orden en esta ocasión por la razón que se expone a continuación: tradicionalmente, en los listados históricos de las casas de Vidángoz, casa Lengorna quedaba enclavada en el barrio de Iriburua, ya que la actual casa se utilizaba de pajar y la vivienda era la que hoy conocemos como casa Lengorna vieja. Y aunque podría atenerme a la situación actual, al ser el barrio de Iriburua el que menos casas tiene, no era plan de quitarle otra más…

Aspecto actual de casa Pelairea

Aspecto actual de casa Pelairea

Así pues el turno le llega en este caso a la que actualmente conocemos como casa Pelairea, que anteriormente era conocida como casa Artutx. El nombre actual, casa Pelairea, se lo debe al apellido del cabeza de familia Pelairea Gayarre, José Pelairea Fuertes (Cosme / Pelairea), comprador de la casa allá por los años 50.

La casa originaria de esta familia, casa Cosme, quedaba en medio del trazado de la carretera que atraviesa Vidángoz y que se construyó en aquellos años. Casa Cosme estaba situada en la calle Salsipuedes, justo debajo de casa Montxonena y, como la casa iba a ser expropiada para el bien común y, estando la actual casa Pelairea en venta por aquel entonces, pues la compraron. En la actualidad, los hijos de José Pelairea Fuertes (Cosme / Pelairea) y Eugenia Gayarre Necochea (Gaiarre / Pelairea) siguen siendo los dueños.

En cuanto al significado del nombre, que en este caso ya hemos indicado que procede del apellido del dueño, tal y como vimos en el nº 4 de Bidankozarte, al hablar de casa Pelaire, Pelairea no significaría otra cosa que “el colchonero”.

A la derecha, la fachada antigua de casa Artutx al paso de la procesión del Corpus

A la derecha, la fachada antigua de casa Artutx al paso de la procesión del Corpus

Pero volvamos a 1950. Entonces esta casa era conocida como casa Artutx, pero la casa ya estaba vacía ya que sus dueños, los hermanos Urzainqui Mainz habían emigrado a Pamplona, donde instalaron una serrería.

Pero, si eran los hermanos Urzainqui Mainz, ¿de dónde le viene a la casa el nombre Artutx? Pues vamos a seguir el hilo y a ver a dónde llegamos. De esta casa era originaria la madre de los hermanos Urzainqui Mainz, Dionisia Mainz Monzón (Artutx), que se había casado en 1902 con Miguel Guillermo Urzainqui Arguedas  (Arguedas).

Dionisia Mainz era hija del segundo matrimonio (del primero no quedó descendencia) de Isidoro Mainz Artuch (Artutx) y Juana Monzón Juanco (Monxón), siendo de casa el padre. Al parecer, las relaciones en este vecindario eran buenas, ya que, tanto en una generación como en otra se casaron con vecinos.

Isidoro Mainz Artuch (Artutx) era hijo de Ángel Francisco Mainz Urzainqui (¿Anarna?) y Ángela Ignacia Artuch Pérez (Artutx), y, llegados a este punto, parecería claro que el nombre le vendría a la casa del padre de Ángela Ignacia (Sevastián Artuch), que es la natural de la casa… si no fuera porque Sevastián Artuch era de casa Bomba y su esposa, Mª Fermina Pérez, de casa Paxapan vieja (actual casa Elizarena).

Y es que, en 1810, vivía en esta casa un matrimonio, formado por Ygnacio Artuch y Bonifacia Urzainqui, que, para aquel entonces ya llevaban 20 años de matrimonio infructuoso, por lo que, probablemente, Ángela Ignacia Artuch y Ángel Francisco Mainz habrían ido de herederos a esta casa, por ser Ángela Ignacia ahijada del citado Ignacio (de ahí su nombre).

Pues eso, casa Artutx o casa Pelairea, que, tras no pocas vueltas, ya hemos visto de donde le viene.

Casa Landarna

Comenzamos la segunda ronda de casas volviendo al barrio de Iriburua y a la que, tradicionalmente, era la segunda casa del mismo en los listados: casa Landarna.

La terminación –RNA (o –ENA en otros casos) implica en Euskera posesión. Tradicionalmente, se añadía una de estas dos partículas al nombre, apellido o apodo del propietario de la casa y así quedaba configurado el nombre de la casa. Si dicho nombre terminaba en vocal, como es el caso que nos ocupa, “Landa”, se añadía –RNA, resultando en este caso Landarna. En caso de acabar en consonante, como por ejemplo “Montzon”, se añadía –ENA, quedando en este otro caso Montzonena (actualmente pronunciado Montxonena).

Casa Landarna

Casa Landarna

De esta forma, si elegimos cualquier nombre de casa de Vidángoz que termine en –RNA o –ENA, podríamos saber en unos casos de qué apellido o nombre proviene (Landa, Montzon, Hualde…) y, en otros casos, nos tendremos que conformar con hacer conjeturas acerca de a qué hace referencia el nombre que va delante de la partícula posesiva (Pexen, Zinpinta…).

El origen de este nombre, pues, parece claro, unido al apellido Landa. Y, en efecto, ya en el apeo de población de 1646 vivía en la segunda casa de Vidángoz Juan Landa y la misma persona (o alguien con el mismo nombre) sigue figurando como propietario en el apeo de población de 1677, con lo cual parece claro que, al menos desde aquella época, se denominaría a esta casa Landarna.

En el siguiente apeo de población realizado, en 1726, el propietario de esta casa es un tal Ignacio Yrigaray, si bien no he podido contrastar si éste está emparentado con los Landa anteriormente citados. En cualquier caso, desde el citado Ignacio Yrigaray hasta Daciano Ezquer, la sucesión fue por vía familiar. Curiosamente, Daciano Ezquer se casó, casualmente, con Valentina Landa, si bien el apellido de ésta nada tendría que ver, en principio, con el de los que daban nombre a la casa.

En cuanto a lo que nos dice el aspecto exterior de la casa, completamente cubierto de cemento en dos de sus cuatro caras, poca información se puede obtener, pero alguna idea se puede aventurar. Es más que probable que la puerta original de la casa fuera la que está en el rekarte entre casa Landarna y casa Diego, por un lado por estar orientada al sur (cuando todavía no existía el término «ahorro energético«; la cara Sur de una casa siempre es menos fría que la cara Norte), porque la piedra de los laterales de esa entrada sur está trabajada y porque prácticamente la puerta principal de ninguna casa daba a la calle Mayor, seguramente por ser en un tiempo el paso habitual del ganado, con todo lo que ello conlleva.

Detalle de casa Landarna

Detalle de casa Landarna

Por otro lado, la esquina de la casa que hay en la calle mayor en el lado más próximo a casa Diego nos da más pistas. Pistas como que la casa anteriormente habría tenido un piso menos que en la actualidad, o bien que en algún momento la casa sufrió algún incendio o algún derrumbe que obligo a reconstruir la casa. De hecho, como se puede observar desde la calle Mayor, las piedras de la fachada no se ensamblan con las de la esquina, lo que podría corroborar una reconstrucción, hecho que también apoyaría el hecho de las numerosas ventanas de madera que hay en la casa, en contraposición con los marcos de ventana de piedra convencionales.

Por último, señalar que, oculta entre las piedras de la fachada sur, hay lo que en tiempos habría sido una bonita ventana en forma de hornacina (sobre estas líneas), pero que, en su día, alguien debió preferir tapiar.

El antiguo sello del Ayuntamiento

Sello del ayuntamiento de Vidángoz en 1876

Sello del ayuntamiento de Vidángoz en 1876

En muchos aspectos, la imagen del valle de Roncal en general así como de cualquiera de sus pueblos en particular va asociada a la leyenda sobre la muerte del rey de Córdoba Abderramán a manos de los roncaleses en el puente de Yesa. Así lo atestiguan el escudo del valle de Roncal, las numerosas piedras en las fachadas alusivas al hecho (en Vidángoz tenemos ejemplos en casa Montxonena y en casa Ferniando) o los sellos de los ayuntamientos. De hecho, el sello que usa en la actualidad el ayuntamiento de Vidángoz en los documentos oficiales ofrece esa imagen de la cabeza del rey moro sobre el puente.

Pero, por lo que parece, no fue siempre así. En el año 1876, el Gobierno Civil requería a cada ayuntamiento el envío de una copia del sello oficial de cada ayuntamiento.

Sello del ayuntamiento de 1882, más similar al actual

Sello del ayuntamiento de 1882, más similar al actual

El de Vidángoz, por medio de su presidente Braulio Mª Urzainqui Sanz (Txestas), respondía a la petición con el sello que se puede ver junto a estas líneas. En él, además de los omnipresentes puente y cabeza del rey moro (de hecho, el rey antes y después de pasar por la espada), se ven peces por debajo del puente, una balanza (alusiva a la justicia) y otro elemento poco claro a la izquierda de la citada cabeza. En el exterior del gráfico se puede leer Ayuntamiento Constitucional de la Villa de Vidángoz, resultando curiosa la inclusión del apelativo “constitucional”, aunque puede hacer referencia a diversas constituciones.

En cuanto al origen del mismo, una nota que acompaña al sello indica “no hay noticias históricas sobre el mismo”, solo se indica que lleva en uso unos 35 años (más o menos desde 1841, año de profundos cambios para Navarra) y que no se tiene noticia de que anteriormente se hubiera usado otro sello en el municipio.

De cualquier manera, y como puede verse en esta otra imagen, poco después ya se empezó a usar un sello más parecido al actual, aunque menos «artístico» que el anterior.

Casa Gaiarre

El nombre de las casas desde antiguo ha venido indicando algún identificativo del propietario (nombre, apellido, apodo, oficio…) o alguna referencia a su ubicación en el pueblo. Es por ello que el nombre ha podido ir cambiando con el tiempo, en la medida en que ha cambiado de propietarios.

En muchos casos, nos resulta relativamente fácil determinar de dónde viene el nombre de una casa, en otros casos será algo más difícil y en otros, sencillamente no se podrá y habrá que hacer conjeturas sobre el mismo. Empezamos hoy con casa Gaiarre, por ser tradicionalmente la primera del pueblo en los listados.

Casa Gaiarre

Casa Gaiarre

Si bien hoy en día ya no lo es, durante mucho tiempo y a la hora de enumerar las casas del pueblo (generalmente por motivos tributarios), casa Gaiarre solía ser la primera. Tal vez por ser la que estaba más al Norte o a saber por qué motivo. El caso es que, desde los primeros listados de propietarios se viene haciendo así, siguiendo un recorrido que, para que todos nos entendamos, era como el de la Llega.

Y aclarado el porqué de la elección de esta casa como primera, ¿de dónde viene el nombre Gaiarre (o Gayarre)? Pues, los mayores por descontado y entre los jóvenes algunos tal vez sí y otros tal vez no, recuerdan que el propietario anterior al actual (digamos que el último propietario que la recibió por línea hereditaria) fue Gerardo Gayarre Necochea.

Parece claro entonces que el nombre se lo debe a su apellido. El hecho de que, por un lado, el nombre de la casa coincida con el apellido del último propietario y de que, por otro lado, el nombre de la casa no tenga la terminación –ENA o –RNA, nos da una idea de que el nombre de la casa es relativamente reciente.

Por lo general, los nombres de casa que tienen un origen anterior a 1800 suelen tener terminaciones –ENA o –RNA, sufijo que en uskara denota posesión, en este caso, de la casa. Así, LANDARNA vendría a significar “la (casa) de Landa”, siendo también Landa apellido.

A lo largo del siglo XIX, sobre todo durante su segunda mitad, el uskara fue perdiendo fuerza en Vidángoz y ello conllevó un cambio en la forma de llamar a las casas, ya que el nombre en sí no era nada oficial sino la forma que los vecinos empleaban para designar cada casa. De hecho, y como iremos viendo, los nombres de muchas casas han ido cambiando con el tiempo.

Sabiendo pues, que el nombre es relativamente reciente, ¿quién fue el primer Gaiarre que hubo en esta casa y por el que tomó el nombre? Pues indagando un poco vemos que el primer Gayarre que hubo en esta casa llegó a ella hacia 1879, hace relativamente poco tiempo, y fue Patricio Gayarre Mainz, abuelo del antes mencionado Gerardo Gayarre Necochea.

En realidad, se trataba de un matrimonio, el formado por Patricio Gayarre Mainz (de casa Molena) y Francisca Guinda Gárate (de la actual casa Kurllo), que, probablemente, habrían ido a casa Gaiarre “de herederos”, práctica ésta bastante habitual hasta tiempos no tan lejanos. Durante los primeros años habrían quedado a cargo del último de los anteriores habitantes de la casa, Agustín Aroza Gárate (Montxonena), que contaba entonces 60 años y murió 7 años después, si bien la que era de la casa era la mujer del dicho Agustín, Marta Irigaray Sanz. De hecho, hasta 1895 la casa debió estar dividida en 2 partes, viviendo en cada una de ellas una hermana Irigaray Sanz  (Francisca Celedonia y Marta) con sus respectivas familias.

Llegados a este punto parece resuelto el por qué del nombre actual de la casa, pero ¿y cuál era su anterior nombre? La mayoría de los mayores con los que hablé no acertaban a decirme un nombre anterior de casa Gaiarre, pero finalmente, Severino Ornat Sanz (La Santa) me indicó que antiguamente se le llamaba casa Esparzena.

Así pues, con la pista dada por Severino, y mirando en los apeos de población de 1645, 1646 y 1677 el dueño de la primera casa de Vidángoz era Pedro Esparz. Parece que el nombre Esparzena ya se usaría, al menos, desde aquella época. En 1726 el propietario era Pedro Sanz y en 1810 Francisca Villanueva (viuda de Pedro Romualdo Sanz), con lo que el apellido no se mantenía pero el nombre de la casa sí. Heredó la casa su hija Joaquina Micaela Sanz y, de ésta, sus hijas Francisca Celedonia y María Marta, nombradas anteriormente.

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