Pues bien, en Vidángoz no íbamos a ser menos y también tenemos una teja con una inscripción que, si bien no está en euskera, si que tiene una historia cuanto menos curiosa por detrás.
En nuestro pueblo, quien más quien menos sabe que hubo una tejería. De hecho, todavía hay una calle que hace referencia a dicha factoría: aunque recientemente ha habido algún cambio en la denominación por temas de catastro, antiguamente la calle Tejería partía de la calle Mayor entre casa Landa y casa Fuertes (actual casa Azkue) hacia abajo, cruzaba el puente de Casero y subía al Castillo. Y es que, siguiendo del Castillo hacia el alto de Igal, allí se encontraba la tejería de Vidángoz.
Teja encontrada en casa Santxena
Todavía no he conseguido profundizar demasiado en la historia de la tejería, así que dejaré este punto para otra ocasión, pero lo que sí trataré serán las circunstancias que rodean a la historia de la teja que acompaña estas líneas, que encontraron al retejar el tejado de casa Santxena hace algunos años. La inscripción de dicha teja reza así: ‘José Mina, carabinero en Vid[án]goz, se casa en el mes de agosto y no conbida a sus compañeros. Me cago [en] quien lea esto‘. La mala leche plasmada en una teja.
Bueno, para empezar no tenemos ni idea de quien la escribió, posiblemente un carabinero (por lo de compañero, o tal vez solo era compañero en la tejería…), pero el nombre del casadero que nos da nos pone sobre la pista de en qué año se hizo la teja: en 1883. Efectivamente, el 25 agosto de aquel año se casó en Vidángoz un carabinero que se ajusta con los datos que nos da la teja, si bien la inscripción no era del todo correcta, ya que el novio se llamaba José Flores Mena, de 25 años, natural de Medina Sidonia (Cádiz) y carabinero del punto de Vidángoz. Por lo que se ve, el sueldo de carabinero no sería nada del otro mundo (o siempre les vendría bien un complemento) y se sacaban unos duros trabajando en la tejería. El caso es que el tal José Flores no se querría meter en muchos invitados, por el gasto que conllevaban o a saber por qué razón, y alguno de éstos se sintió ofendido.
Tejería de Arbizu, similar a la que habría en Vidángoz
La novia de José Flores, que suponemos que también tendría algo que decir en este asunto, era una burguiar con cierta relación con Vidángoz: Francisca Aizagar Larrambe, de 22 años. Aunque no es seguro del todo, los datos que manejo parecen apuntar a que era hermanastra de Fernando Aizagar Arnalda, que había sido molinero y ejercía de carpintero y carnicero en Vidángoz y cuya mujer, también natural de Burgui y de nombre Antonia Andreu Aisa, consta como testigo/madrina en el citado matrimonio.
La pareja aún residió en Vidángoz al menos un año más, ya que el 28 de junio de 1884 el matrimonio vio nacer a su primogénita, Cristobalina Flores Aizagar, en nuestro pueblo. Después, probablemente, José Flores habría sido trasladado a algún otro punto y ya se pierde la historia de esta familia.
¡La de juego que nos ha dado la inscripción de una teja!