Posts Tagged ‘Arzarena’

Ovejas y pastores en la hemeroteca

Teniendo en cuenta que el pastoreo era el medio de vida de muchas familias de Vidángoz hasta época bien reciente, es lógico que en la hemeroteca queden numerosas menciones tanto a pastores como a ovejas: compraventas de ganados, arriendo de pastos, anécdotas… Y es en algunas de estas últimas en las que nos vamos a fijar en esta ocasión.

Recorte del Eco de Navarra del 06/07/1910

La primera noticia curiosa nos lleva a  julio de 1910. Estamos en pleno verano y, como es habitual, los ganados están en los pastos veraniegos, y en el caso que nos ocupa, concretamente, en una borda de Vidángoz. Aunque varía la información en función del medio en el que la leamos, lo que está claro es que la desgracia le sobrevino a Pedro Antonio Mayo [Uztárroz/Rakax] y, por lo tanto, y como da a entender la noticia, en una de las bordas de Rakax, si bien no podemos concretar en cuál de las que esa casa tenía en término de Vidángoz: la de Bilitxea, la de Zaltungorri o la de Arzarena. Todas ellas están en puntos elevados, con lo que cualquiera pudo ser escenario de lo que ocurrió.

Recorte del Diario de Navarra del 06/07/1910

He encontrado referencias a la noticia tanto en el Diario de Navarra como en el Eco de Navarra y ambas coinciden en el dueño del rebaño y en que la caída de un rayo el día de San Pedro dio lugar a la desgracia. Pero difieren en las consecuencias del impacto: el Diario indica que 21 reses perecieron carbonizadas mientras que según el Eco el número de ovejas muertas ascendía a 26 y no fallecieron carbonizadas sino asfixiadas.

Tal vez sería éste el pasaje que comentaba mi padre de que hacía algún tiempo ‘un rayo había caído y había impactado en las ovejas que llevaban esquila’. Sea como fuere, habría sido una pérdida notable para los de Rakax.

La segunda de las noticias tuvo lugar en la misma época pero ocho años después, en julio de 1918. Uno de los protagonistas de esta historia es un pastor de Vidángoz llamado Cipriano Escuer que, aunque no era natural de Vidángoz, llevaba años trabajando en el pueblo como pastor, primero para los de Rakax, después una larga temporada para los de Kostiol y, posteriormente, para los de Diego, si bien en la noticia se indica que el suceso tuvo lugar con un rebaño ‘de su propiedad’. El caso es que Cipriano se hallaba al cuidado de un ganado en el término de Gaztuluzarra de Uztárroz y le desaparecieron nada menos que 20 ovejas. Ni una ni dos: 20. Cipriano ya tenía sus sospechas y denunció ante la guardia civil de Roncal a Agustín Dronda, pastor de Uztárroz. Registraron el rebaño de éste y, efectivamente, encontraron en él 18 ovejas de las de Escuer, y las dos que faltaban, al parecer, ya habían sido sacrificadas.

Solo han sido dos ejemplos de historias de pastores sacados de la hemeroteca, pero os aseguro que el tema podría dar para un número entero de Bidankozarte. Y es que cuando el ganado era el medio de vida de gran parte del pueblo, está claro que todo lo que le rodeaba era susceptible de crear noticias. Como se suele decir en  algunos de estos casos, ‘reunión de pastores, oveja muerta’.

Arain

En esta ocasión nos alejamos un poco del pueblo para tratar el topónimo Arain.

Arain es un término que, si lo miramos en un mapa o en una foto aérea orientada al Norte, sería parejo a Zeleia, pero al otro lado del río Biniés. Limita con los términos de Bordería y Arzarena por el Norte, con Astrandía por el Sur, Araingibelea por el Este y Barrazaltua e Ibarrandía por el Oeste.

Cima de Arain desde la borda de Xapatero (www.mendikat.com)

Cima de Arain desde la borda de Xapatero (www.mendikat.com)

Por lo que respecta a su topografía, a su aspecto físico, también es similar a Zeleia, ya que se encuentra en pendiente aunque no parece demasiado apto para el cultivo. En ese sentido, y como veremos posteriormente al estudiar el origen y el significado del topónimo, también tiene cierta similitud con Zeleia.

Arain es atravesado por un camino que llega hasta la borda de Xapatero y desde la que podemos dirigirnos bien a Santa Bárbara o bien hacia Vidángoz dirigiéndonos al Sur hacia la Intxesa. En la margen izquierda del citado camino según subimos hacia la mencionada borda, y tras haber divisado la borda de Calderero aunque sin pasar por ella, podemos encontrar la cabaña de Kostiol, casa que hemos tratado en la sección de oiconimia de este número. De todas las bordas o cabaña señaladas solo quedan las paredes, mejor o peor conservadas según el caso.

En cuanto a la etimología del topónimo, Arain, Mikel Belasko señala en su Diccionario etimológico de los nombres de los montes y ríos de Navarra (Pamiela, 2000) que lo lógico sería vincularlo con la raíz euskérika haran, que significa ‘valle’ y pensar que el habla de Vidángoz hubiera hecho evolucionar el nombre hasta Arain. El problema es que la topografía del lugar no acaba que concordar del todo con ese nombre, aunque también es cierto que Zeleia tampoco tenía pinta de ser un término muy propicio para campo, pese a que su nombre signifique literalmente eso.

La Intxesa (o Ilintxesa), relacionada tal vez con el topónimo Arain (www.mendikat.com)

La Intxesa (o Ilintxesa), relacionada tal vez con el topónimo Arain (www.mendikat.com)

Tal vez haya ocurrido, como tantas veces ocurre con la toponimia, que el nombre que inicialmente servía para denominar a un lugar muy concreto, posteriormente ha pasado a nombrar un término de mayor extensión. Compatible con esta tesis sería el interpretar Arain como compuesto de las partículas ar + gain (“el alto de la piedra”, “el alto de la roca”), en referencia a la Intxesa (Ilintxesa en la toponimia oficial), y que habría perdido la “g” con el uso.

Para terminar, señalar que hay otro topónimo relacionado con Arain denominado Araingibelea y que está junto a él. La razón es que Arain + gibelea no quiere decir otra cosa que “detrás de Arain”. De manera análoga, y ya que no lo cité en su momento, Zelaigibelea (o Zerigiblea) significa “detrás de Zeleia”.

Azaltegia

El topónimo que nos ocupa esta vez es bien conocido por encontrarse en él las bordas de unas cuantas casas de Vidángoz: Hualderna, Ornat, Kostiol, Landa, Diego, Aristu… Seguramente no será casual este hecho, ya que, como señalaba Crisanto Pasquel Ornat (Paskel) al ser preguntado por el término de Azaltegia (“Erronkari eta Antsoko Toponimiaz”, Juan Karlos López-Mugartza; Euskaltzaindia, 2006), este monte “hay unas cuantas bordas, antes se hacía bastante la vida ahí; era bueno para patata y cereal; era el mejor monte que había en Vidángoz”.

Azaltegia se encuentra en la margen derecha del Biniés (si seguimos el sentido del río), o al Oeste del mismo si lo vemos en el mapa. Para el que no conozca mucho el terreno y para hacerse una idea aproximada, es lo que queda comprendido entre la exclusa (la presa) de Zokoandia, la Pulpitera y Astipunta (que es la siguiente loma que hay si seguimos de la Pulpitera hacia el Norte), todo ese trozo de monte.

Según la definición de Crisanto Pasquel, “al Norte de Azaltegia quedan la Ordanola (Urdainola), por Sur con Lakuna, por Este con el río Biniés y por Oeste con Olaberria y Astipunta”.

Azaltegia en un mapa topográfico

Azaltegia en un mapa topográfico

De este topónimo podemos encontrar referencia bastante antiguas, la primera de las cuales se remonta a 1586 y que, casualidades de la vida, nos da noticias de otro Pasquiel, que seguramente no tenga relación con los actuales, pero quién sabe… El caso es que en 1586, Petri Pasquiel realizó una escritura para formalizar la venta de una finca al vicario de Vidángoz, Juanco Alcat (Juanco entonces era nombre), finca situada “en la pendiente llamada Ceteguiondoa termino del dicho lugar [Vidángoz]. Afronta de la una partte con linar de Domingo Arburu y de la otra con camino que ba Açalteguia y de la otra con linar de Jayme barrena y dela otra con el Rio…”. Como se puede ver en la definición, los nombres de los lugares, a veces, también cambian con el tiempo, a saber a qué le llamaban Cetegiondoa en 1586…

En cuanto al significado, cualquiera que sepa algo de Euskera podría pensar que la etimología de este término tiene que ver con “azal / azala”, que significa la piel, pero también la superficie, y “tegia”, que significa lugar, sitio, y que podríamos unir como “sitio que está pelado”, en el sentido de que se le la piel, la superficie… Pero parece que la cosa no va por ahí, y a continuación va otra explicación, que probablemente se acercará más a su posible significado original.

Y es que la descomposición del nombre para ver de dónde viene es prácticamente la misma, no así su significado. Y es que, en este caso, “azal” vendría a ser una evolución fonética de “azari”, “zorro” en Uskara roncalés). Otros nombres cercanos que siguen esa evolución fonética serían Erronkari >> Roncal, Igari >> Igal o Biotzari >> Bigüezal.

La segunda parte del nombre, “-tegia” tiene dos posibles explicaciones: (t)egia, de ”hegia”, que significa “ladera” o “pendiente” (como en Akerregia), siendo la “t” un elemento que se usa para facilitar la pronunciación, o bien “tegia”, que significa “lugar” o “sitio”. Esta partícula “egi” también tiene que ver con la partícula “eki” de Ekiederra o Ekiminea, que tal vez es más propia del Uskara roncalés y que, tal vez, tenga otros matices en lo relativo a su significado, pero lo explicaremos llegado su día.

Así, probablemente Azaltegia era “la ladera del zorro” o de los zorros. En el monte de Aezkoa podemos encontrar prácticamente el mismo topónimo, como señala Mikel Belasko en su libro “Diccionario etimológico de los nombres de los montes y ríos de Navarra” (Pamiela, 1996), donde se menciona Azalegia, cuyo significado sería el mismo que el de nuestro caso.

Y es que, al fin y al cabo, para dar nombre a los lugares, los primitivos bidangoztarras ¿qué iban a hacer? Pues identificarlos por sus características. Por ejemplo, los árboles que crecen en ese término: Ariztoia (el robledal), el Abetar; Por el tipo de piedra que hay: Txorrotxarria (piedra de afilar), Lejarra (grava); Algún elemento inconfundible que se encuentra en el entorno: San Juan (porque estaba en torno a la ermita), Elizarena (porque es el monte donde está la iglesia); Lo que se cultiva en ese sitio, Tipulerria (el cebollar), etc… etc…

Pero también los animales que abundaban en un lugar podían valer para identificarlo, como es el caso que nos ocupa. Azaltegia era “lo de los zorros”, pero en Vidángoz también tenemos Arzarena (lo del oso), Otsobieta (las loberas), o Eperralorra (el campo de las perdices), por poner unos ejemplos.

Y con esto termina por esta vez la sección de toponimia, que esta vez se ha alargado algo más de lo normal, pero con la que espero haber dado algunas pequeñas pautas acerca de la forma de nombrar los lugares, sus nombres originales y cómo evolucionan e incluso en muchas ocasiones, desaparecen.

Powered by WordPress | Buy best wordpress themes and Save. | Thanks to Free WordPress Themes, Top WordPress Themes and Free WordPress Themes