Posts Tagged ‘Almirante del valle de Roncal’

Inmigrantes de otros tiempos

En el otoño de hace cuatro siglos, esto es, en el de 1616, un bidankoztar (bueno, esto parece que era lo que ponían en duda sus convecinos, o sea, nuestros ancestros) reclamaba su derecho a ser reconocido como vecino de Vidángoz ante el Valle de Roncal.
Para ello, exponía que cumplía las dos premisas fundamentales que se exigían para poder ser aceptado como tal: tener una casa propia y haber residido en el Valle durante al menos treinta años.

Libro del Valle de Roncal relativo a los ‘advenedizos’. [Fuente: Archivo Municipal de Vidángoz]

Juan de Mongelos, que así se llamaba el protagonista de esta historia, tal vez fuera un agote, esto es, un miembro de aquel colectivo que era marginado, según se cree, debido a su apariencia de leprosos y a su procedencia desconocida.
Los agotes tuvieron presencia importante particularmente en los valles de Baztán y de Roncal, o sea, aquí. En Baztán, por aquello de que hubo agotes en el barrio de Bozate de Arizkun hasta hace pocas generaciones, se tiene clara consciencia de ellos y, probablemente por esa cercanía en el tiempo, también han sido objeto de diversos estudios. En nuestro valle, sin embargo, no ha habido ni tantas investigaciones ni en la misma profundidad, con lo que se nos antoja difícil conocer la magnitud del asunto.
Sea como fuere, este proceso judicial no es el único sobre este tema contra el valle de Roncal y, en cualquier caso, tras él subyace algo que parece tan antiguo como el propio ser humano: la fobia al de fuera, al extranjero.
Los roncaleses de antaño eran rehacios a extender sus derechos, sus privilegios, a los advenidizos (foráneos) en general, y a los agotes en particular, y pese a que diversas sentencias condenaron al Valle a cesar en la discriminación contra ellos desde 1519, todavía hubieron de sufrir persecución y vejaciones durante décadas.
Lo que son las cosas, 400 años después, los foráneos no llegan al valle sino a Europa, pero siguen estando en el punto de mira y nadie quiere compartir con ellos su tierra. ¡Qué poco hemos avanzado en ese sentido!

El otoño-invierno de 1561 en Vidángoz

Al igual que en el verano de aquel mismo año 1561, hace 450 años el invierno también andaba movido. Demasiados procesos judiciales en el mismo pueblo en tan poco tiempo.

Por hacer una composición de lugar del Vidángoz de 1561, hay que tener en cuenta que nuestro pueblo contaba con en torno a 500 habitantes (99 fuegos o casas o familias que se suelen cuantificar a 5 personas por fuego/casa. Un pico demográfico resultante de la cierta “bonanza” que se vivió después de las violentas sacudidas de la peste en el siglo XIV, la guerra civil que asoló Navarra durante gran parte del siglo XV (agramonteses contra beaumonteses) y para terminar, a principios del siglo XVI, la conquista de Navarra por Castilla y la posterior represión, de la que dieron buena cuenta los roncaleses por haber permanecido fieles a sus reyes legítimos.

Así pues, se llevaban unos años de relativa calma social y la vida en Vidángoz seguía adelante. En torno al año del que hablamos se hizo una reforma del molino y de la acequia que a él conduce (y que también dejó un pleito de por medio) y, por lo que dicen los entendidos, se construyó la parte principal de la iglesia, la nave (la torre del campanario la datan varios siglos antes).

Hasta aquí lo que concierne a Navarra en general y a Vidángoz en concreto. Pero en el caso que se trata a continuación entran en juego otras circunstancias, en este caso la persecución de los moriscos en el Reino de Aragón.

Los bosques de Vidángoz, lugar propicio para llegar hasta la muga sin ser descubiertos.

Los bosques de Vidángoz, lugar propicio para llegar hasta la muga sin ser descubiertos.

Se denominaba moriscos a los musulmanes que, voluntariamente o no, se habían convertido al catolicismo para no ser expulsados, en este caso, de Aragón. A pesar de esta conversión, siguieron siendo “sospechosos” en cierto modo y, por ello, perseguidos y posteriormente expulsados.

Por lo que se ve, varios vecinos de Vidángoz (entre los que se menciona principalmente a Francisco Ferrero) y Miguel Iriarte (vecino de Iciz) ayudaban a los moriscos a pasar a Francia, donde no eran perseguidos.

En Navarra tenían prohibido el dar alojamiento a los citados moriscos y, por supuesto, estaba penado el ayudarles a cruzar la muga. Y el hecho de escoger Vidángoz para pasar y no cualquier otro pueblo del valle o de Salazar, seguramente obedecería a que el paso desde Vidángoz no es una vía principal de paso de los Pirineos y, por ello, debería ser menos arriesgado atravesarlo por estar, también, menos vigilado (aunque en aquel entonces no había aduanas).

Pero, como se menciona en las primeras líneas del proceso, “eran moriscos provenientes del Reino de Aragón con muchos dineros”, y los acusados, supuestamente, “cobraban algo dellos a cambio”. Poderoso caballero es don dinero, y, conociendo estos montes como los conocerían podría decirse que era un dinero relativamente fácil llevar a unos moriscos hasta la muga de Francia.

Además, también se acusa a Domingo Punt, almirante del Valle de Roncal en aquel momento, de negligencia en el ejercicio de su cargo. Vamos, que él no había hecho nada por evitarlo.

El cómo acabó este proceso es otra historia, porque consta de 113 folios y de momento no he tenido tiempo de leerlo con detenimiento. En cualquier caso, y si a alguien le interesa, se puede consultar en el Archivo General de Navarra, donde este proceso tiene la referencia 010478. En lo sucesivo daré estas referencias en este apartado por si alguien se anima a investigar. No es nada complicado y solo hacen falta ganas y, sobre todo, tiempo.

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