Hoy se celebra el Día Internacional de los Trabajadores y, aunque por otro motivo diferente, parece que este día ha sido festivo en nuestro pueblo desde antiguo.
Y es que hasta comienzos del siglo XX se celebraba en Vidángoz la plantación del Mayo en la plaza, esa ceremonia por la que se colocaba un tronco de grandes dimensiones de pie en la plaza (vaya, que se plantaba casi literalmente). Esta festividad que todavía se mantiene en algunas localidades navarras como Murieta, Etxarri Aranatz, Bakaiku, Iturmendi…
En realidad, debía de tratarse de una tradición muy extendida ya no solo por nuestra geografía, sino por toda Europa en general. En nuestro entorno, además de las referencias que he encontrado en los libros de cuentas del Ayuntamiento de Vidángoz donde anualmente había una pequeña partida para pagar ‘el refresco de los que han estado plantando el Mayo en la plaza’, también tengo noción de que existía esta costumbre en Isaba, ya que en 1612, al hilo de varias vacas defectuosas en el Tributo de las Tres Vacas que habían de ser sustituidas y entregadas en el plazo de tres días ‘en la plaza y mayo de Isaba’, mostrando con ello que allí también se plantaba el mayo y también en la plaza.
Una vez plantado, el mayo estaba plantado en la plaza un tiempo que podía variar en función de la localidad, pero como puede verse, a mediados de julio (el Tributo de las Tres Vacas se celebra el 13 de julio) permanecía en pie el de Isaba, y en algunos lugares indican que incluso hasta septiembre se mantenía.
Esto es otra muestra de lo poco que realmente conocemos de nuestro pasado, ya que siendo una tradición que se habría perdido hace unos 100 años, nadie tenía noción de ella. Yo al menos, cuanto más profundizo en el conocimiento de nuestra historia ‘menuda’, más me doy cuenta de lo poco que realmente sabemos e incluso, en ocasiones, de lo equivocados que estamos con respecto a nuestra historia.
Pero por esta ocasión, ya hemos aprendido algo nuevo: ‘Nunca te acostarás sin saber una cosa más‘.