Riadas en Vidángoz en el siglo XX

Riadas de mayor o menor tamaño siempre ha habido, periódicamente, pero la memoria es muy volátil y a veces, cuando nos parece que algo que ha ocurrido es lo nunca visto, las hemerotecas (hasta donde llegan) y la documentación en general, se encargan, tozudamente, de recordarnos que, casi siempre, hubo un antecedente.

La riada de 1915, en el Diario de Navarra del 13/06/1915

La riada de 1915, en el Diario de Navarra del 13/06/1915

Con las riadas ocurre exactamente eso y, al menos en cinco ocasiones encontramos referencias a crecidas en el Biniés en la primera mitad del siglo XX.

Hacia el 20 de junio de 1904 comenta Mariano Mendigacha en una de sus cartas a Azkue que la crecida del Biniés debido a una tormenta había llevado muchos de los maderos que estaban preparados para ser vendidos, haciendo la puñeta de muchos de los madereros del pueblo.

El 8 de junio de 1915, un “furioso huracán de agua, piedra y granizo sobre el alto de Estoci y Jabrós” causó otra gran riada que causó la muerte de Manuela Glaría (Aristu). La crónica añade que “los vecinos que vieron iniciarse el torrente dicen que parecía que bajaba una montaña de agua arrastrando maderos, ramas, peñascos, tierra, etc…”. Un tsunami en Vidángoz, vaya. Escalofriante. En esta ocasión la riada derribó incluso una casa, si bien no sabemos cuál y, hasta dónde llego a saber, nadie ha mencionado algo semejante en las entrevistas que realicé.

El 2 de noviembre de 1937, además de la que estaba cayendo, y aunque no conocemos datos precisos de Vidángoz, el Biniés y el Esca andaban desbordados, y se dice que en todo el valle los ríos arrastraron millares de maderos y destrozaron centrales eléctricas, molinos, presas, regadíos e incluso parte del puente de Burgui.

El 20 de julio de 1944 una “aparatosa tormenta de piedra y agua que, a juzgar por sus efectos, no se había conocido cosa semejante” hizo que el Biniés volviera a salirse, arrastrara nuevamente maderos preparados para el transporte y causara daños importantes en los cultivos.

Para terminar, el 27 de mayo de 1956 se produjo otra gran riada, y en esta ocasión, aunque resultaron afectadas, las centrales eléctricas, molinos y presas aguantaron el temporal, si bien los daños en los campos y el sector maderero fueron cuantiosos, Burgui se quedó sin electricidad para una temporada larga y en Roncal se señalaba que era la primera vez que el río inundaba el frontón. En lo que a nuestro dichoso río se refiere, la crónica relata que “El Biniés inundó la vega del Valle de Vidángoz, llegando el río en banda hasta casi cubrir el arco del puente de la carretera de Roncal”.

Pues eso, riadas de ayer y hoy. Se han expuesto cinco ejemplos que he encontrado, pero seguro que ha habido más riadas de diversa consideración.

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