Archive for the ‘Hemeroteca’ Category

Recopilaciones de hemeroteca

En los cuatro primeros años de andadura de Bidankozarte presenté una recopilación de hemeroteca por año.

La intención era presentar diversas noticias relativas a Vidángoz en un periodo de tiempo recogidas en una publicación que imitara a un periódico, con sus secciones (Nacional, Local, Sucesos, Sociedad, Esquelas…), pero dando más información con apéndices de notas explicativas y la casa a la que pertenecía cada persona nombrada.

Las cuatro recopilaciones de hemeroteca publicadas hasta la época.

Empecé por el siglo XX y las noticias que di a conocer eran, básicamente, del Diario de Navarra, que era la fuente que entonces tenía a mano. Estos fueron los títulos que les di y los periodos que abarcaron: La Gaceta de Vidángoz (1900-1935), Susurros del Biniés (1936-1960) y El Eco de Austemendia (1961-1970).

Hacia 2014 tuve noticia de que se estaba digitalizando también El Pensamiento Navarro, y decidí no seguir de 1970 en adelante hasta que no tuviera esa fuente y otras que se pudieran sumar. Así que en 2014, en vez de seguir adelante en el tiempo, la recopilación de hemeroteca abarcó el periodo 1810-1900, si bien la mayoría de las noticias procedían de muy diversos medios de la segunda mitad del siglo. Este cuaderno llevó por título Heraldo de Vidángoz.

Si bien desde 2014 no ha habido más recopilaciones, he seguido recogiendo artículos de diferentes medios y espero en un futuro no muy lejano poder ofrecer alguna publicación más de este tipo. A ver para cuándo…

Bidankoztarras en la Guerra del Rif

Hace un siglo andaba España enfrascada en una guerra en una de las pocas colonias que le quedaban: El Rif (Norte del actual Marruecos). Realmente, esta zona ni siquiera era una colonia española en sí, sino que era una zona de Marruecos que Francia había cedido a España para su administración.

A finales del siglo XIX las principales potencias europeas se habían repartido África como territorio colonial. La mayor parte del pastel se la comieron entre Francia y Reino Unido, pero Alemania, Bélgica, Portugal e Italia también consiguieron algunos territorios en esa división. España, por su parte, ya era una nación de segunda categoría que había ido perdiendo gran parte de sus colonias a lo largo de ese siglo y en sus últimos años terminaría de dilapidar su imperio colonial con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Además, dicha centuria había sido un continuo de enfrentamientos militares, algunos con carácter de guerras civiles, y en lo económico, también, un completo desastre, con diversas bancarrotas.

Así, podemos entender que España pintaba más bien poco en la Conferencia de Berlín (1885) en la que se repartió África, y tuvo que conformarse con las migajas que quedaron: la zona Norte del actual Marruecos (El Rif), el Sahara Occidental y Guinea Ecuatorial.

Localización de varios bidankoztarras en la Guerra del Rif.

Además, El Rif, que ya hemos indicado que se lo cedió Francia, era una zona de Marruecos donde predominan las montañas y donde había diversas tribus que se resistían a la dominación colonial, con lo cual, tampoco era ninguna perica en dulce. Es por ello que, ante los levantamientos que se producían en aquel protectorado, España respondía militarmente, y para ello necesitaba tropas, reclutas, y aquí es donde entramos en nuestra pequeña historia.

Como hacía falta soldados constantemente, se recurría a los quintos, a aquellos a quienes les tocaba realizar el servicio militar. Estos soldados no eran profesionales y eso llevó a que, en algunas ocasiones, se produjeran derrotas sonadas. Y es que aunque la denominada Guerra del Rif (o Guerra de Marruecos) se alargó desde 1911 hasta 1927, hubo periodos de mayor o menor intensidad en los enfrentamientos, y también victorias y derrotas. Y el hecho de haber elegido esta fecha para este artículo es porque en julio del presente año se conmemora el centenario del Desastre de Annual, una derrota estrepitosa de las tropas españolas. No sabemos si algún bidankoztar falleció en este episodio, pero sabemos que pocos meses después, unos cuantos andaban por aquellas tierras.

Raimundo García García, alias Garcilaso, director del Diario de Navarra, realizó un periplo por diversos acuartelamientos de Marruecos en 1922 y dio cuenta de los navarros que había en ellos, y estos son los bidankoztarras que encontró (su ubicación se señala en el mapa), aunque seguro que hubo muchos más: Benito Urzainqui Pérez [Kostiol] en el blocao de El Paso; Juan Mainz Salvoch [Aristu / Jimeno] en Kudia Rabta; Sor Paz Fernández (hija de un carabinero y nacida en Vidángoz) en Alcazarquivir; Antonio Hualde Mainz [Navarro / Txestas] en Bu Harrat; Y Ambrosio Mainz Salvoch [Aristu / Arriola] y Robustiano Urzainqui Pérez [Kostiol], ambos en Arcila (y en 1925).

Al menos todos estos soldados regresaron a casa, que no es lo de menos.

Efemérides

Llega este número condicionado por las efemérides, que justifican la mitad de los artículos del boletín y que hacen que, por ello, en esta ocasión, la historia ocupe algo más de espacio de lo que suele hacerlo habitualmente.

Por un lado, el quinto centenario de la Batalla de Noáin, significativa por las consecuencias que tuvo para los legitimistas navarros en el contexto de la conquista castellana de Navarra.

Por otro, el centenario del denominado Desastre de Annual, una estrepitosa derrota de las tropas españolas que se produjo en el contexto de la Guerra del Rif (o Guerra de Marruecos), que nos servirá de excusa para hablar de aquel conflicto en general.

En ambas contiendas participaron bidankoztarras de sendas épocas, probablemente con diferentes motivaciones pero seguro que con el mismo valor. Seguid leyendo para conocer otras apurricas de nuestra historia.

100 años del incendio de casa Danielna

En la historia reciente de Vidángoz no ha habido muchos incendios reseñables, siendo el más grave el que afectó a tres casas en diciembre de 1973. El resto de fuegos que se recuerdan afectaron a una sola casa y no se extendieron.

Uno de estos incendios de los que solo la gente de más edad y los de la propia casa habrán oído hablar es el que se produjo en casa Danielna hace cien años, concretamente el 4 de enero de 1921.

Para entender cómo se produjo el incendio hay que situarse en el contexto de una sociedad agrícola-ganadera. Los edificios presentaban una distribución acorde con el modo de vida imperante: la casa prototípica del pueblo estaría formada por una planta baja donde, entre otras estancias y según la casa, se encontraban la cuadra, uno o varios goñibis (para la leña, para las patatas…), quesería, etc…; Una planta primera destinada a vivienda y formada básicamente por la cocina y varias habitaciones; y un sabaiao donde se almacenaban diversos enseres, entre ellos, la paja con la que alimentar a los animales domésticos mientras no pudieran pastar al aire libre.

Recreación del incendio de casa Danielna realizada a partir de una foto de la década de 1940.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que no había electricidad. Bueno, realmente sí que la había, pero la potencia que producía el salto de agua de la balsa al molino apenas daba para encender una bombilla en cada casa, según me contaban.

Así, la forma de iluminar las casas era a base de teas, con fuego, vaya, y el fuego tiene sus peligros. Así, el día 4 de enero, temprano, José Sanz Glaría [Llabari / Danielna] debió de subir al sabaiao con una tea en busca de paja para llevar a los animales. Y se le habría caído la tea y la paja cogió fuego rápidamente. Se dio la voz de alarma y todo el vecindario acudió a tratar de sofocar el incendio y, gracias a ello, solo se quemaron el sabaiao y el tejado, salvándose en gran parte el resto de la casa.

Las pérdidas (además del destrozo en la edificación, la hierba seca, dos robos de trigo y seis robos de alubias) se cuantificaron en 3.500 pesetas (una gran suma para la época), pero por suerte, no hubo que lamentar desgracias personales, aunque, como anécdota, cabe señalar que, al tratar de salvar un colchón lanzándolo por la ventana, no se debieron de dar cuenta de que sobre él estaba Felisa Sanz Sanz, que contaba tan solo 8 meses.  Por fortuna, todo quedó en un susto, aunque los de Danielna lo habrán recordado durante décadas.

Ovejas y pastores en la hemeroteca

Teniendo en cuenta que el pastoreo era el medio de vida de muchas familias de Vidángoz hasta época bien reciente, es lógico que en la hemeroteca queden numerosas menciones tanto a pastores como a ovejas: compraventas de ganados, arriendo de pastos, anécdotas… Y es en algunas de estas últimas en las que nos vamos a fijar en esta ocasión.

Recorte del Eco de Navarra del 06/07/1910

La primera noticia curiosa nos lleva a  julio de 1910. Estamos en pleno verano y, como es habitual, los ganados están en los pastos veraniegos, y en el caso que nos ocupa, concretamente, en una borda de Vidángoz. Aunque varía la información en función del medio en el que la leamos, lo que está claro es que la desgracia le sobrevino a Pedro Antonio Mayo [Uztárroz/Rakax] y, por lo tanto, y como da a entender la noticia, en una de las bordas de Rakax, si bien no podemos concretar en cuál de las que esa casa tenía en término de Vidángoz: la de Bilitxea, la de Zaltungorri o la de Arzarena. Todas ellas están en puntos elevados, con lo que cualquiera pudo ser escenario de lo que ocurrió.

Recorte del Diario de Navarra del 06/07/1910

He encontrado referencias a la noticia tanto en el Diario de Navarra como en el Eco de Navarra y ambas coinciden en el dueño del rebaño y en que la caída de un rayo el día de San Pedro dio lugar a la desgracia. Pero difieren en las consecuencias del impacto: el Diario indica que 21 reses perecieron carbonizadas mientras que según el Eco el número de ovejas muertas ascendía a 26 y no fallecieron carbonizadas sino asfixiadas.

Tal vez sería éste el pasaje que comentaba mi padre de que hacía algún tiempo ‘un rayo había caído y había impactado en las ovejas que llevaban esquila’. Sea como fuere, habría sido una pérdida notable para los de Rakax.

La segunda de las noticias tuvo lugar en la misma época pero ocho años después, en julio de 1918. Uno de los protagonistas de esta historia es un pastor de Vidángoz llamado Cipriano Escuer que, aunque no era natural de Vidángoz, llevaba años trabajando en el pueblo como pastor, primero para los de Rakax, después una larga temporada para los de Kostiol y, posteriormente, para los de Diego, si bien en la noticia se indica que el suceso tuvo lugar con un rebaño ‘de su propiedad’. El caso es que Cipriano se hallaba al cuidado de un ganado en el término de Gaztuluzarra de Uztárroz y le desaparecieron nada menos que 20 ovejas. Ni una ni dos: 20. Cipriano ya tenía sus sospechas y denunció ante la guardia civil de Roncal a Agustín Dronda, pastor de Uztárroz. Registraron el rebaño de éste y, efectivamente, encontraron en él 18 ovejas de las de Escuer, y las dos que faltaban, al parecer, ya habían sido sacrificadas.

Solo han sido dos ejemplos de historias de pastores sacados de la hemeroteca, pero os aseguro que el tema podría dar para un número entero de Bidankozarte. Y es que cuando el ganado era el medio de vida de gran parte del pueblo, está claro que todo lo que le rodeaba era susceptible de crear noticias. Como se suele decir en  algunos de estos casos, ‘reunión de pastores, oveja muerta’.

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